Durante el último trimestre de embarazo y posterior al nacimiento, tu bebé experimenta cambios que contribuyen con su desarrollo. Algunos suceden dentro de tu útero y otros fuera. Uno de estos cambios normales es la aparición y desaparición del lanugo. Te explicamos por qué es importante esta característica en el desarrollo de tu hijo, tanto dentro como fuera de tu útero.
En el último trimestre del embarazo, el bebé crece rápidamente y lo evidencias con su aumento de peso. También se produce un desarrollo acelerado de sus huesos, músculos y grasa (que le ayudará a regular la temperatura). Además, se terminan de desarrollar los anexos, es decir, las uñas crecen y el cabello se vuelve más grueso y denso (MedLine Plus, 2021).
Justo al nacer, el bebé experimenta cambios que le permiten adaptarse a su nueva vida fuera del útero. Aproximadamente 10 segundos después del parto, respira por primera vez y llena sus pulmones de aire. Este es el cambio más importante, ya que le brinda total autonomía de su madre. También se empieza a activar su sistema inmune cuando entra en contacto con el medio ambiente (MedLine Plus, 2021).
Este término es usado para describir el vello corporal suave, fino y no pigmentado que tienen los fetos y algunos bebés recién nacidos. Aunque suene sorprendente, esto no es un simple vello. En realidad, es un tejido necesario para el desarrollo del bebé en el útero materno.
Este fino vello juega un papel importante en la protección del feto, permitiendo la unión del vérnix caseoso a su piel. El vérnix caseoso evita la pérdida de agua a través de su piel, le ayuda a regular la temperatura y protegerse de sustancias dañinas que se encuentren en el líquido amniótico (Verhave et al., 2021).
El lanugo aparece en la piel de tu bebé cuando apenas tiene 3 meses de gestación. Empieza a formarse en el cuero cabelludo, alrededor de las cejas, la nariz y el rostro. Luego, va bajando desde la cabeza hasta los pies. Generalmente se elimina del cuerpo del bebé entre la semana 33 y la 36 (Verhave et al., 2021).
Los bebés prematuros suelen presentarlo, mientras que solo un 30% de los recién nacidos a término lo tienen y lo pierden durante las primeras semanas de vida (Verhave et al., 2021).
La presencia de este fino vello en la piel del bebé recién nacido es un hallazgo normal como el cordón umbilical, el reflejo de moro, de succión o el llanto (recuerda que el llanto es su principal medio de comunicación al nacer, los balbuceos aparecerán luego). No tienes nada por qué preocuparte (Verhave et al., 2021).
Según los especialistas existen tres tipos de pelo y se diferencian de forma visible y estructural en (Cobb, 2017):
No necesitas hacer nada por este vello, más que vigilar su evolución y desaparición durante las primeras semanas de vida. Sin embargo, es importante que cuides de la piel de tu bebé, ya que suele ser muy delicada.
Los baños son buenos para dormir a un bebé, pero no se recomiendan durante los primeros días de vida. Antes de que caiga el cordón umbilical, puedes asearlo con toallas húmedas, sin retirar la capa blanquecina de su piel. Procura también limpiar y secar muy bien su colita para ayudar a prevenir la pañalitis. Tampoco es recomendable usar jabones o cremas con perfumes que puedan irritarlo (Fernández et al., 2021).
Recuerda entonces que, si al acariciar a tu bebé notas que tiene un vello muy suave en su espalda y hombros, se trata del lanugo. No debes preocuparte por ello, pronto desaparecerá.
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