Las doulas hemos sido entrenadas para acompañarte en uno de los momentos más importantes de tu vida: el parto. Sabemos lo que ocurre en tu cuerpo, reconocemos la intensidad del dolor y por tanto nos entrenamos para ayudarte a manejarlo.
Hoy te comparto cinco técnicas que en mi experiencia acompañando partos que han funcionado de maravilla ¡Cuéntanos cómo te va con ellas!
Relajar los ligamentos uterinos y músculos abdominales contraídos.
Ayudar al bebé a rotarse para adquirir una posición adecuada para el parto.
Fomentar la relajación en la mujer durante su trabajo de parto.
La madre apoya sus rodillas en una almohada en el piso y pone su cabeza sobre un balón de yoga.
Quien acompaña pone el rebozo alrededor de la barriga (desde donde inicia hasta donde termina evitando puntos de presión) toma el rebozo a cada lado sosteniendo el peso del vientre pero sin hacer presión.
Ahora el acompañante realiza movimientos rápidos de lado a lado: puños cerrados sosteniendo la tela y pulgares hacia arriba.
La madre apoya sus rodillas en una almohada en el piso y pone su cabeza sobre un balón de yoga. Quien acompaña envuelve las caderas con el rebozo.
Junta los extremos del rebozo a cada lado de la cadera y mueve sus manos de arriba abajo en un movimiento corto pero rápido y constante. Este ejercicio ayuda a liberar el diafragma pélvico: piso pélvico y fascia.
Lavanda: efecto relajante. Lo uso para hacer masajes y suelo diluirlo en aceite de oliva prensado en frío.
Menta: Suelo poner un poco en un pañuelo para dárselo a oler a la madre cuando tiene náuseas. Es muy efectivo.
Naranja: Lo utilizo en un difusor para aromatizar el espacio. Brinda sensación de tranquilidad y a la vez activa a la mujer en parto
Los dolores de las contracciones suelen reflejarse en la zona lumbar. Cuando pones una bolsita térmica de agua caliente el dolor disminuye inmediatamente.
Mantener caliente la zona lumbar es una de las claves para el manejo del dolor de parto.
Sentarte en el balón de yoga te dará confort y ayudará a tu bebé a posicionarse adecuadamente en la pelvis.
Muévete de lado a lado, hacia delante y hacia atrás, círculos hacia un lado y círculos hacia el otro lado.
Recuerda que siempre buscamos estabilizar la pelvis: todo lo que hagas hacia un lado debes hacerlo hacia el otro.
Hay posturas que te ayudarán a dilatar: las sentadillas, los ejercicios en el asiento, caminar o subir y bajar escaleras pueden resultarte de gran beneficio.
El parto es una experiencia transformadora: te invita a conectarte con tu cuerpo y a creer en ti. Tú estarás haciendo tu mejor esfuerzo mientras tu bebé también hará todo para encajarse, rotar, descender y nacer.
Recuerda que no hay forma de estar sola: tu bebé y tú estarán trabajando juntos por un parto maravilloso. ¡Será un gran trabajo en equipo!
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