El cordón umbilical es una estructura sumamente importante que vincula a la madre con su bebé. Su longitud puede variar, siendo un promedio de 50 cm de largo y hasta 2 cm de diámetro. En su interior corren a lo largo dos arterias umbilicales y una vena umbilical.
Todo está bañado en una gelatina especial, llamada gelatina de wharton. Por medio de este conducto se transporta todo el oxígeno y los nutrientes que hacen crecer al bebe. Y por aquí mismo son liberados muchos productos de desecho, para evitar que tu bebé se contamine con ellos.
Actualmente la terapia de células madre se beneficia enormemente de extraer células de esta zona, pues resultan de muy buena calidad y son útiles para estudios posteriores o incluso para tratar posibles enfermedades del bebé a futuro.
Pero esta estructura también tiene relación con ciertas patologías que pueden presentarse como por ejemplo desarrollar un cordón sumamente largo, hasta de 3 metros, el cual se puede enredar sobre sí mismo o sobre el bebé, lastimándolo o impidiendo el flujo normal de sangre. Existen casos donde sólo se presenta una arteria y una vena, o al momento del parto puede ocurrir que el cordón umbilical salga primero que tu bebé, lo cual se denomina prolapso.
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