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Salud

Embarazo de alto riesgo: descubre cómo cuidarte ante esta condición

Mujer embarazada descansando.
El embarazo de alto riesgo es una alerta para tomar medidas que eviten las complicaciones.

La gestación es una aventura única y, aun si te diagnostican con un embarazo de alto riesgo, es esencial mantener la calma para comprender lo que esto implica. Responder adecuadamente a esta alerta es la mejor manera de garantizar tu salud y la de tu bebé.

¿Qué significa un embarazo de alto riesgo?

Es importante aclarar que todos los embarazos conllevan algún grado de riesgo, aunque este suele ser mínimo. Pero, en ciertas ocasiones, dicho riesgo es mayor de lo habitual, lo que significa que tanto la madre como el bebé tienen una alta probabilidad de enfermar o presentar alguna complicación. Esto puede suceder durante el embarazo, el parto o después de él (Cleveland Clinic, 2021).

No obstante, es crucial comprender que un embarazo de alto riesgo no significa que estos problemas sean inevitables. Muchos embarazos con esta clasificación se desarrollan de manera natural y llegan a un feliz término con una mamá y un bebé sanos (Cleveland Clinic, 2021; Mayo Clinic, 2022).

¿Cuáles son los factores que determinan un embarazo de alto riesgo?

Se da esta clasificación cuando se presentan condiciones como (Cleveland Clinic, 2021; Mayo Clinic, 2022):

  • Edad materna mayor de 35 años o menor de 17.
  • Hábitos nocivos como fumar y beber alcohol.
  • Problemas de salud materna como presión arterial elevada, obesidad, diabetes, epilepsia, enfermedad tiroidea, enfermedades cardíacas, asma mal controlada, infecciones recurrentes.
  • Bajo peso de la madre, con un índice de masa corporal (IMC) inferior a 18.5 kilogramos por metro cuadrado.
  • Complicaciones específicas del embarazo. Posición anormal de la placenta, el crecimiento fetal por debajo de lo esperado o incompatibilidad de los tipos de sangre de la madre y el bebé.
  • Embarazo múltiple.
  • Antecedentes de complicaciones en embarazos previos, como problemas relacionados con la presión arterial, preeclampsia o parto prematuro.
  • Infección por COVID-19 durante el embarazo.
  • Vivir con VIH/SIDA.
  • Enfermedad renal crónica.
  • Problemas de salud mental como la depresión.
  • Deficiencias en la coagulación sanguínea.
  • Antecedentes de tener un hijo con alteraciones o síndromes genéticos.

¿Por qué se recomienda la atención profesional en estos casos?

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Lo ideal es que, si conoces que tienes alguno de estos problemas antes del embarazo, programes una cita preconcepcional. De igual manera, en el embarazo, un seguimiento adecuado es esencial para garantizar tu salud y la de tu bebé (Mayo Clinic, 2022).

Estas visitas ayudan a prevenir problemas de salud y determinar la edad gestacional ideal para el nacimiento de tu bebé. Así como decidir si se necesitará un parto inducido, o si en cambio, se deberá esperar el inicio natural de las contracciones. De igual manera se determina la vía más adecuada para el parto (cesárea o vaginal) (Mayo Clinic, 2022).

Con un embarazo de alto riesgo, es probable que necesites atención de varios especialistas, como obstetra, nutricionista, médico internista, entre otros. Esto en dependencia de los factores de riesgo que presentes. Es fundamental seguir disciplinadamente tus citas y las recomendaciones de cada uno de ellos para un mejor control (Dunkin, 2022).

Exámenes que se utilizan

Para clasificar un embarazo de alto riesgo, durante tus cuidados prenatales, se pueden indicar tanto exámenes de rutina, como algunos especiales, dirigidos a descubrir un problema en particular. Entre ellos podemos mencionar (Cleveland Clinic, 2021; Dunkin, 2022):

  • Examen general de sangre y orina.
  • Pruebas de sangre para detectar problemas genéticos.
  • Ecografías para monitorear el desarrollo del bebé y buscar anomalías en él, la placenta, el cordón umbilical, el líquido amniótico o el útero.
  • Perfil biofísico; es un monitoreo especial para evaluar la salud de tu bebé.

Consejos para cuidarte durante un embarazo de alto riesgo

Si has recibido este diagnóstico, hay algunas medidas generales que pueden ayudarte a reducir dicho peligro (Cleveland Clinic, 2021; Dunkin, 2022):

  • Evita el consumo de sustancias nocivas para tu salud.
  • Toma tus vitaminas prenatales, incluyendo al menos 400 microgramos de ácido fólico diariamente, o la cantidad recomendada por tu médico.
  • Mantén una dieta equilibrada y saludable, con un plan personalizado consultado con un especialista.
  • Recibe todas las vacunas recomendadas por los servicios de salud de tu área.
  • Realiza actividad física de forma regular, siguiendo las indicaciones de tu obstetra.
  • Cumple con todas las citas de control prenatal.
  • Mantén un peso saludable durante todo el embarazo, siguiendo las recomendaciones de tu médico para cada trimestre.
  • Asegúrate de tener bajo control cualquier enfermedad preexistente.
  • Consulta a tu médico sobre todos los medicamentos que tomes, incluso si los consumías antes del embarazo.
  • Acude de inmediato a urgencias si presentas signos de peligro. Por ejemplo; salida de líquido o del tapón mucoso en el embarazo, sangrado, dolor, fiebre o síntomas del embarazo ectópico.

Recuerda que el diagnóstico de embarazo de alto riesgo indica que debes tomar precauciones y tratamientos especiales. Siguiendo los consejos aquí mencionados, podrás lograr el mayor bienestar para ti y tu bebé, haciendo que tu embarazo llegue a término de forma saludable, agradable y natural. Recuerda que el primer gesto de amor hacia tu bebé es tomar decisiones y acciones para cuidarlo mientras está en tu vientre.

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