Tradicionalmente, las infusiones de hierbas han sido usadas en todo tipo de enfermedades o dolencias en las personas, e incluso la mayor parte de los fármacos actuales derivan de muchas hierbas ancestrales.
Sin embargo, existen algunas hierbas que debes evitar en el embarazo, ya que específicamente se han asociado con efectos indeseables, que podrían abarcar desde el desencadenamiento de sangrados inesperados hasta contracciones exageradas, o incluso tóxicos que pasan mediante la leche materna al bebé, ocasionándole un daño innecesario.
Algunas de estas son: el ajenjo, culantrillo, ambrosía, eucalipto, uña de gato, ginkgo biloba, mandrágora, mirra, regaliz, quinua roja, ruda, sábila o aloe vera, entre otras.
Lo ideal es que, si planeas tomar un remedio casero basado en hierbas o infusiones, primero se lo comuniques a tu doctor, de esta manera él podrá aconsejarte del uso adecuado y de las cantidades necesarias.
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