La translucencia nucal es una técnica de diagnóstico prenatal muy útil, pues no es considerada como una prueba invasiva, lo cual la convierte muy segura para ti y para tu bebé, y en términos simples consiste en la medición de un espacio existente, en la parte trasera del cuello de tu bebé, es decir su nuca.
Esta medición se lleva a cabo por imágenes obtenidas con el ultrasonido, y aunque no consiste en una prueba definitiva, pues no da un diagnóstico final, sirve de guía en el proceso de escoger o descartar otras pruebas más exactas, pero con mayores riesgos.
La fecha ideal de realización de la prueba es la semana trece, pero puede variar entre la once y la catorce. Por otra parte, uno de sus principales usos radica en la detección del riesgo de que el bebé padezca Síndrome de Down. Esta prueba suele combinarse con pruebas de sangre en las mismas semanas, para intentar establecer el riesgo con mayor exactitud, no solo del Síndrome de Down, sino además de otras alteraciones cromosómicas y todo esto sin tener ningún riesgo de aborto espontáneo por la prueba misma.
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