Tu cuerpo está experimentando una importante transformación total, en forma y funcionalidad. Uno de los cambios más significativos es la sensibilidad en los senos (tu doctor las llamaría glándulas mamarias), pues de ellos dependerá el sustrato esencial de la vida de tu bebé, así que importantes cambios empiezan a ocurrir para que todo esté listo al momento en que él lo necesite.
Esencialmente, con el comienzo del embarazo empieza el bombardeo del flujo hormonal hacia todos los tejidos de tu cuerpo y con esto también inicia un mayor flujo sanguíneo hacia el tejido mamario; el aumento del tamaño no se hará esperar, es relativamente común que los pezones y las aureolas se tornen un poco más pigmentadas, lo cual paulatinamente después del embarazo retornará a su normalidad. De igual manera, en muchos casos algunas venitas se harán más notables temporalmente.
El dolor y la sensibilidad en los senos extra son resultado de todos estos cambios en acción. Lo ideal en esta ocasión es elegir el sostén adecuado para tu caso. Es necesario que tengas un buen soporte para las actividades diarias y en especial para los momentos de ejercicio, además ten en cuenta que no te roce, para que no te produzca incomodidad ni se formen estrías posteriormente.
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